miércoles, 12 de septiembre de 2012

23:45

y ya van siete años...
No encuentro quien le gane a echarle de menos.
Ninguna ausencia duele tanto, porque en el fondo se encuentra consuelo en otra persona o en mi misma...
Pero ella duele.
Duele igual que hace siete años.
Y los recuerdos son cada vez menos.
Lo orgullosa que estaría de mi, a pesar de todas las peleas...
Lo diferente que sería yo si ese 11 de septiembre jamás hubiese sucedido...
Seguro que lo vivido no es nada con todo lo que hemos perdido...
Eso es lo que no me deja recomponerme.
Lo que pudo haber sido, pero no fue...
Ciertamente, una sola persona puede cambiar el mundo, pues puede trastocarte la vida y generar infinidad de consecuencias, con las que tendremos que vivir y sonreir.
Aunque por dentro sea diferente...

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