domingo, 4 de marzo de 2012

Es sólo una ciudad....

Cada vez que ves una película de amor, te planteas, no solo el estado de tu actual relación amorosa ((si es que la tienes)), sino toda tu vida amorosa; si has hecho lo correcto, si interpretaste bien las señales, si un “te quiero” o un “lo siento” a tiempo hubiesen cambiado las cosas, si te arrepientes de haberle dejado marchar...
El amor es fácil y complejo a la vez, y siempre, siempre...va a ser diferente, lo vas a ver de otra forma, tendrás una nueva perspectiva, ya sea que lo veas una semana después, un mes después o un año después...algo habrá cambiado, algo en ti será diferente, porque el tiempo habrá borrado el recuerdo.
Pero hay algo que siempre sera igual, el dolor; la perdida del amor. Eso nos deja a todos igual: vacíos, desorientados, tristes, desengañados, vulnerables, fríos, conformistas...y eso es lo que más pena da: sentir que te marchitas por dentro, porque ya no tienes ese soplo de aire que te iluminaba los ojos.
Lo peor de todo es que no hace falta enamorarse de una persona para sentir ese tipo de decepción. Te puedes enamorar de un paisaje, de un fotografía, de un momento...pero sera momentáneo..., durará un segundo de adminiración, no es como enamorarse de una ciudad.

Llegas a una nueva ciudad, llena de vida, que te abre sus calles, que te enseña a recorrerla y cada paso que das te hace la sonrisa más y más grande, es una ciudad que tiene todo lo que siempre has querido, lo que has soñado, y te enamoras.
Nunca una ciudad te había ofrecido tanto y, tú, ilusa y confiada, te la metes en el alma. Te obsesiones con visitarla, con recorrer cada una de sus calles, con visitar cada uno de sus bares, con cruzarte con todos y cada uno de sus habitantes, deseas vivir allí, por encima de todas las cosas y de todos tus seres queridos...como si se te fuese la vida en ello....;al igual que si te enamoras de una persona, de primeras sientes que te está dando lo que nadie jamas te ha dado, te trata como nadie, hasta ahora, lo había hecho, te obsesiones con verlo día a día, con recorrer con tus labios cada poro de su piel, con visitar cada recoveco de su corazón, con mirarlo y que te mire....por encima de todas las cosas...
Al principio todo es maravilloso, estás a su lado, compartiendo tu vida, formando parte de su historia...te enseña paisajes maravillosos, te chocas con gente agradable, te deja que la descubras por ti misma, te da, cada día, una nueva forma de verla y de sentirla, todo lo que necesitas, lo que te gusta, lo tiene. Todo lo que puedas pensar, lo que se te ocurra hacer un día cualquiera...ella te lo ofrece, porque es tu ciudad, te has enamorado de ella, y si no te lo da, no sufrirás por ello. Porque el amor te ha cegado, no te deja ver sus imperfecciones, simplemente te conformas con saber que estás ahí, que es tu ciudad; al igual que lo que sientes cuando lo tienes a él a tu lado, aunque no te trate como te mereces, o como esperabas que un hombre te tratase, el amor que sientes hacia él supera todas sus imperfecciones, para ti es perfecto.
Hasta que, como en toda relación, si alguien da, da pero no recibe...se apaga. Aunque el caso no es exactamente así, pues tu ciudad te da, te ofrece, te muestra, te regala...y tú cada vez la quieres más, la necesitas más y matarías por ella si fuese necesario...pero ella simplemente te da. No se adapta a ti, tú has de adaptarte a ella, no puedes hacerla TU CIUDAD, sino que TÚ seras su habitante...nunca podrás controlarla, ella no mide su valor, no busca nada mas que darte lo que necesites...pero a ti eso no te basta. Ella da desmesuradamente, sin saber si tú puedes digerirlo o no, te agobias, porque es igual a ti: es independiente, altanera, dispuesta a todo, agradable, encantadora, sin descanso, fría y cálida a la vez, pone su vida a tus pies...., pero a veces sólo quieres que te mire a la cara, que sea simplemente una ciudad...y es ahí cuando te das cuenta de que siempre será igual, no va a cambiar...porque es una ciudad, y llegas a sumirte en una total decepción...
Pusiste todas tus ilusiones en ella, todos tus sueños, tu vida en sus manos...y ella te ha volteado a un ritmo frenético, que no terminaba de ir contigo...has dejado que te controle, que te posea...y has estallado en mil pedazos...¿ahora que? No te vas a enamorar de ninguna ciudad más, ¿verdad? ¿O la dejarás a un lado y buscarás otro sitio donde vivir? Como en todas las relaciones, un clavo quita otro clavo...pero antes has de aceptar vuestra ruptura, vuestra separación, vuestra falta de entendimiento...aceptación, solo queda eso. 
Lo bueno es que la ciudad, en diferencia a la persona, te permite volver a empezar de 0...
porque esto es el planeta tierra, 
donde cada nuevo día
trae una nueva oportunidad, 
y acaba de salir el sol, 
otra vez, 
en esta maravillosa ciudad.